La victoria de Leclerc y el doblete junto a Carlos devuelven a la Scuderia a lo más alto tras años difíciles.

Hablar de F1 es hablar de Ferrari, y es que la escudería italiana siempre ha sido la referencia mundial de la categoría reina del automovilismo. En una frase que ha pasado ya a la posteridad, el fundador de la marca, Enzo Ferrari, decía que pídale a un niño que dibuje a un automóvil y seguramente lo hará rojo”.

El peso histórico y deportivo de la marca de Il Cavallino es algo palpable en todo el mundo, ya que las banderas en apoyo a la fábrica de Maranello resuenan en todos los confines del mundo. Es por eso que, tras años complicados, es una gran noticia no solo para el equipo si no para el conjunto de la F1 que hayan vuelto a tener una “macchina vincente”.

El periplo errático del equipo italiano empezó tras el pacto secreto con la FIA, un pacto eso sí, que ha sido un secreto a voces que iba en relación a posibles irregularidades en la unidad de potencia de la Scuderia en 2019. Ese año, tras tres victorias seguidas, llegaron rumores al paddock sobre la situación relativa a las unidades de potencia. A partir del GP de EEUU, Ferrari perdió la brutal velocidad punta que tan buen rendimiento les había dado durante la temporada, acabando la temporada con malos resultados y con un coche muy lejos de lo esperado.

El 2020 no fue un gran año para la Scuderia, pese a algún podio esporádico, el coche era tosco y no ofrecía opción alguna de luchar con Mercedes ni Red Bull. No fue un año muy cómodo en la Scuderia y Vettel optó por dejar el equipo de Maranello a final de año, la que había sido su casa desde 2015.

En 2021, el coche no estaba aún preparado para ganar pero fue dando pasos de gigante durante la temporada, sobre todo con la introducción del nuevo motor de combustión en el tramo final de la campaña, un motor que ha servido de base para el actual, considerado ya el mejor propulsor presente en la parrilla.

Demuestra todo esto que, pese a dos años complicados y erráticos, la Scuderia parece haber vuelto al lugar que le pertenece, la victoria.