Ferrari ha logrado una hazaña que hace casi una década que no lograba: un doblete en la clasificación de un Gran Premio. Sebastian Vettel ha logrado la pole position arrebatando la posición de honor a su compañero de equipo, Kimi Räikkönen. Los Mercedes no estuvieron a la altura y se quedaron detrás con Valtteri Bottas medio segundo delante de Lewis Hamilton. 


Los pilotos de la Fórmula 1 se han tenido que afrontar con una clasificación complicada y muy difícil de gestionar. Muchas salidas de pista, errores y correcciones han hecho todo un desafío esta clasificación, que ha acabado con resultado inusuales desde hace tiempo.

La Q1 ha empezado con todos los pilotos a pista con ultrablandos a excpeción de los Ferrari, que arriesgaban más que el resto al poner superblandos. Esto se ha traducido con los mejores tiempos para los Mercedes, que han liderado la sesión con solvencia. Por detrás, los últimos minutos han sido frenéticos como de costumbre, y un accidente final de Jolyon Palmer ha salvado los muebles a McLaren y Fernando Alonso.

El piloto asturiano había marcado tiempo con la bandera de cuadros ondeando, y estando al filo de la eliminación con varios pilotos mejorando por detrás, Palmer se ha salido de pista en el último sector y ha impactado contra las protecciones, dejando la bandera amarilla en pista y cortando la vuelta rápida de todos los que venían por detrás. El más perjudicado ha sido Romain Grosjean, que partirá último por culpa de esta circunstancia. Junto a él, ambos Sauber, Vandoorne y el mismo Palmer han quedado fuera de combate.

En Q2 las cosas han ido más tranquilas, pero destacaba la particularidad de una doble vuelta en cada tanda de vueltas en la mayoría de equipos. Dada la complicidad de calentar los neumáticos en esta pista, muchos eran los que apostaban por una doble vuelta de calentamiento y una vuelta final a fondo. Bottas con este sistema se ponía al frente dejando muy lejos a los Ferrari, que eran de los pocos que habían hecho la vuelta al primer intento.

La segunda ronda finalizó con unos últimos segundos muy emocionantes en los que dejaron fuera de combate, de nuevo, a Carlos Sainz y Lance Stroll, que cayeron a causa de la mejora de tiempos de ambos Force India y el Renault de Nico Hulkenberg. Junto a ellos dos, también quedaron fuera de combate Daniil Kvyat, Kevin Magnussen y un desquiciado Fernando Alonso sin opción a nada.

La Q3 empezó con otra doble vuelta en la mayoría de pilotos, lo que dejó unos resultados algo sorprendentes. Tras la primera tanda de vueltas, Kimi Raikkonen tenía en sus manos la pole provisional del GP de Rusia, con escasas milésimas de margen sobre Valtteri Bottas y una décima sobre Sebastian Vettel. Lewis Hamilton cometía varios errores en su vuelta y se quedaba a medio segundo de los finlandeses.

En el segundo y último intento, los cuatro pilotos de cabeza mejoraban sus tiempos en los primeros parciales pero solo Vettel era capaz de mejorar en el último sector. Así pues, el piloto alemán le arrebataba por escasas milésimas la pole a su compañero Raikkonen que, no obstante, mantenía la segunda posición ante Bottas y Hamilton. Así pues, la Ferrari lograba su primer doblete en clasificación desde el GP de Francia de 2008, toda una hazaña única en la última década.

Además, esta pole de Vettel corta la racha de poles consecutivas que acumulaba Mercedes desde que Daniel Ricciardo le arrebatara la posición preferente en el GP de Mónaco de 2016. Realmente Mercedes no se ha acabado de adaptar a este circuito, en especial Hamilton, que se ha quedado a medio segundo de los tres primeros clasificados, cometiendo bastantes errores.

El resto de pilotos han sido liderados por Daniel Ricciardo en quinto lugar seguido de un sorprendente Felipe Massa por delante de Max Verstappen. Nico Hulkenberg se ha sobrepuesto a sus ex compañeros en Force India en octavo lugar, con Sergio Pérez delante de un Esteban Ocon que logra su mejor resultado en una parrilla de F1 tras pasar por primera vez a la Q3.

Mañana la carrera se disputará a las 14:00, hora peninsular, en el circuito ruso de Sochi, donde la lucha entre Ferrari y Mercedes está más caliente y emocionante que nunca.