Scott Dixon se vuelve a llevar la victoria en Texas tras imponerse a unos Penske que dominaron la clasificación, pero han sufrido con los neumáticos en carrera. En un escenario que nunca decepciona, Pagenaud se lleva la mayor alegría del año al ser segundo y Rossi termina tercero para seguir metido de lleno en la lucha por el título. Power, que llegaba aquí líder de la general, abandona tras un accidente con DeMelo.


El sol se ponía sobre Texas y los motores rugieron para una de las citas más espectaculares del campeonato de la IndyCar. Josef Newgarden tenía la Pole y conservó el lugar privilegiado en el arranque. Las cuatro primeras plazas permanecieron intactas, pero Alex Rossi ganó tres para ponerse quinto.

En la vuelta 7 llegó la primera amarilla y el primer abandono cuando el Foyt de Matheus Leist comenzó a arder tras una pérdida repentina de potencia. Algunos pilotos de las posiciones más bajas decidieron realizar su primera parada.

La carrera se reanudó en la vuelta 14 y Will Power superó a Simon Pagenaud para ponerse segundo. En la 27, Rossi adelantó a Robert Wickens y ya era quinto. El día fue aún a peor para el equipo de AJ Foyt cuando Tony Kanaan paró por daños en una suspensión y terminó por retirarse. El californiano de Andretti seguía remontando y superó a Power.

Más adelante, hacia la vuelta 47, el Carlin de Max Chilton, que rodaba con vuelta perdida, provocó una reagrupación de los pilotos que luchaban por la cuarta plaza, que siguió en manos de Power, seguido por Wickens y los Andretti de Zach Veach y Ryan Hunter-Reay. Se llegó a ver a tres coches rodando en paralelo. El canadiense de SPM no tardó en arrebatarle el cuarto puesto al australiano de Penske.

En la vuelta 60, el líder de carrera, Newgarden, hizo su primera parada, Pagenaud era el líder temporal, pero Rossi le presionaba con intensidad. No tardaron en seguirle sus compañeros y algún otro piloto. Cuando todos hubieron parado, Pagenaud era el nuevo líder, seguido de nuevo de sus compañeros Newgarden y Power. Wickens, Dixon y Rossi ocupaban las siguientes posiciones.

En la vuelta 84, Wickens volvió a adelantar a Power. El canadiense estaba siendo muy rápido y también superó a Newgarden. Pagenaud rozó el muro y perdió la velocidad suficiente para perder el liderato ante el número 6. Todos los Penske estaban en problemas, pues Newgarden se vio obligado a adelantar su parada tras sufrir vibraciones en un neumático. Power también perdió plazas hasta caer al quinto puesto.

Los pilotos que habían superado a Power, que eran Dixon y Rossi, también dieron cuenta de Pagenaud en la vuelta 115. Los tres primeros eran ahora vehículos propulsados por Honda. Hacia la vuelta 120, los Penske reaccionaron y pararon por segunda vez. Wickens cedió el liderato tras esta ronda de repostajes ante Dixon. El neozelandés dio un gran paso adelante cuando sus perseguidores fueron retenidos por el tráfico, y llegó a abrir un hueco de más de 12 segundos.

En la vuelta 174, Dixon tenía todavía más ventaja e incluso empezaba a doblar a pilotos del Top 10. Wickens, desesperado por el tráfico, acabó chocando con Ed Carpenter. El canadiense se fue demasiado al interior debido al poco hueco que dejó el de Indianapolis y ambos coches acabaron en el muro. La carrera se neutralizó por segunda vez.

Todos fueron a los pits durante la amarilla y Rossi tuvo un problema con la manguera de la gasolina. El orden de carrera tras las paradas era Dixon, James Hinchcliffe, que venía remontando toda la carrera y ya había llegado a las posiciones privilegiadas, Pagenaud, Hunter-Reay y Rossi, que seguía quinto pese al problema ya que solo había 5 pilotos en la vuelta del líder.

La vuelta 186 marcó el reinicio de la prueba y Pagenaud adelantó a Hinchcliffe para ponerse segundo. El canadiense también perdió el último lugar del podio ante Hunter-Reay y el cuarto ante Rossi. El californiano también superó a Hunter-Reay en la misma maniobra y ya era tercero.

En la vuelta 206, Power había perdido algo de velocidad al tratar de superar a Hinhcliffe, por lo que Zach Claman DeMelo trató de pasar. Ambos coches acabaron tocándose y sus carreras acabaron allí. El Pace Car volvió a salir y los líderes aprovecharon para hacer sus últimas paradas. El orden de carrera se mantuvo con Dixon en cabeza, seguido de Pagenaud, Hinchcliffe, Hunter-Reay y Rossi.

La bandera verde fue ondeada de nuevo en la vuelta 216, con todos los pilotos en condiciones de llegar al final sin volver a parar. Rossi se puso tercero nada más arrancar. Power fue penalizado por el accidente y Newgarden por saltarse la resalida. El de Tennessee tuvo que cumplir un Drive-through.

Rossi trataba por activa y por pasiva de superar a Pagenaud pero el francés de Penske aguantaba bien. Mientras tanto, Dixon se alejaba, camino de la victoria. Todo quedó tal y como iba y Dixon se llevó la victoria, su segunda del año y la tercera en este circuito. El neozelandés está en racha y da un paso importante hacia la consecución de su quinto título.

Pagenaud termina segundo y se lleva su mejor resultado de la temporada al subir al podio por primera vez en una campaña francamente complicada para él. Rossi consigue otro podio y sigue consolidándose como uno de los favoritos a ganar el campeonato. Completan el Top 10 Hinchcliffe, Hunter-Reay, Graham Rahal, Takuma Sato, Sébastien Bourdais, Ed Jones y Charlie Kimball.

El neozelandés parece decidido a conseguir su quinto título y lidera ahora la tabla con 23 puntos sobre Rossi, 36 sobre Power, 49 sobre Hunter-Reay y 68 con Newgarden. Tras 5 fines de semana consecutivos, la IndyCar se toma al fin un respiro y volverá en dos semanas al magnífico trazado de Road America, en Wisconsin.