Parece que Daniel Ricciardo va a sufrir un calvario de aquí a final de temporada, su última con el equipo Red Bull para poner rumbo a Renault.

El circuito de Monza no va a beneficiar para nada al equipo austriaco y tampoco a todos aquellos que monten motores Renault, ya que es un trazado donde se necesita del mismo por sus largas rectas.

Es por eso por lo que, Red Bull ha decidido montar la especificación C de Renault, ésta llega una semana tarde que la del resto, ya que Mercedes y Ferrari la montaron en el pasado Gran Premio de Bélgica. Esto significa que Ricciardo tendrá que salir desde la parte trasera de la parrilla.

A los pesos pesados no les ha temblado el pulso a sacrificar la carrera en Monza, para así tener una gran oportunidad por las calles de Singapur, una pista que se adapta a la carga aerodinámica de Red Bull. Max Verstappen, también asumirá nuevos componentes, pero tiene margen para asumir un nuevo motor de combustión interna sin penalizaciones y una nueva unidad MGU-H.

“Daniel va a tomar una penalización en el motor el próximo fin de semana”, dijo el director del Red Bull, Christian Horner, en Bélgica. “Max montará su tercera unidad también allí, con suerte sin penalización. Así que vamos a tratar de ponernos en la mejor situación que podamos para ir a Singapur, que es probablemente nuestra próxima oportunidad de poder dar caza a Ferrari y Mercedes”.

El pasado fin de semana, en Bélgica, ambos pilotos sufrieron, ni la lluvia les hizo tomar ventaja durante la clasificación, ya que Verstappen hizo el séptimo mejor tiempo y Ricciardo el octavo. En carrera tampoco cambiaron mucho las cosas, Max Verstappen consiguió pasar a los dos Force Inia y al Haas que tenía delante y sumar quince puntos gracias al tercer puesto, pero menos mal que Valtteri Bottas no llegó antes a las posiciones punteras, posiblemente le hubiera sobrepasado.

Mientras tanto, a Ricciardo se le truncó la carrera en la primera curva con el accidente de Nico Hülkenberg, se quedó sin alerón trasero, el equipo lo intentó solucionar, pero vueltas más tarde Red Bull decidió parar el coche, no tenía mucho sentido, el australiano, además, tenía vuelta perdida.