El joven piloto de 18 años, amputado de las dos piernas, es un ejemplo de superación en el mundo y después de sus test con Carlin, de nuevo a expresado en su cuenta de Twitter su intención de pilotar este mismo 2018.


Dicen que el amor mueve montañas y Billy Monger ha llevado esa frase a su máxima expresión. Amor por las carreras, amor por la competición, amor por su sueño. Un sueño que pareció truncarse el pasado mes de abril en la Fórmula 4 en el circuito de Donington Park, cuando el británico tuvo un accidente que dio la vuelta al mundo. Allí empezó su lucha por mover la montaña que se la había aparecido delante. Perdió las dos piernas, pero nunca las ganas de volver a subirse a su coche.

“¿Quién ganó la carrera?”, fue una de las primeras cosas que Monger, convaleciente todavía del accidente, escribió para su madre. Vive por y para este mundo y el espíritu de superación tiene su premio: “Mi plan es volver a un monoplaza en 2018. Con suerte en la Fórmula 3 británica, ahí estamos buscando ese es el plan», decía Billy en la gala de la FIA del pasado mes de diciembre. Dos meses después, el piloto volvió a su hábitat y realizó unos test con el equipo Carlin en el circuito de Charlwood y las sensaciones fueron más que buenas.

«Es increíble lo que he sentido estas dos últimas semanas al volver a estar en un monoplaza. He hecho bastantes vueltas decentes. Ahora me centro firmemente en lograr pilotar en la F3 británica esta temporada», decía Monger tras los test. Un trocito de la montaña derribada. Más, si tenemos en cuenta lo satisfechos que quedaron desde Carlin: «¡Gran trabajo, Billy! Estamos orgullosos de formar parte de tu viaje y confiamos en que vamos a estar juntos en la parrilla de la Fórmula 3 Británica en 2018!», publicaban en sus redes sociales.

El británico recibió de las manos de Jean Todt su licencia que lo acredita como apto para volver a los circuitos, para volver a la competición este mismo año y Billy tiene claro que su competición deber ser la F3 británica.

De ser así, de convertirse en piloto oficial de la disciplina Carlin, sería un hito histórico. No sería el primero en conseguir dicha hazaña. Los casos más remarcables son los de Alex Zanardi o Michael Johnson. En el caso del italiano, quién también perdió las dos piernas en un accidente de la IndyCar, regresó a la competición en distintas categorías. Llegó a ganar alguna prueba en turismos pero donde triunfó de verdad fue en el deporte paralímpico, donde ha conseguido cuatro medallas entre los juegos de Río y Londres. Lo logró en el ciclismo de mano.

Johnson, por su parte, quedó paralizado en 2005 tras un accidente de moto, lastrando una carrera muy prometedora ya que había conseguido varios campeonatos de supermotard. Se cambió a los monoplazas y allí también triunfó. Corrió a partir 2009 la F-Skip Barcer donde en 2011 logró tres victorias, siete podios y una más que meritoria tercera posición de la general. También participó en el USF2000 y en la Star Mazda.

Billy quiere poner su nombre en lo alto de la montaña. Quiere que su determinación tenga sus frutos. Parece que lo va a conseguir.