El fin de semana pasado, hablamos con el piloto andorrano Albert Llovera en Silverstone (Reino Unido) para hablar sobre su vuelta al Mundial de Rallycross.

Después de competir en Rally y Dakar, ¿por qué decides correr en Rallycross ahora?

Cosas nuevas. Me motiva más algo así, corto y rápido. Estoy muy dañado de las operaciones y del desgaste del Dakar. Buscaba algo así y hace dos años tuve la posibilidad de correr dos o tres carreras del RX y me gustó mucho. Me parece muy complicado, creo que es de las cosas más difíciles que he hecho.

¿Habías corrido en circuito antes?

Sí, corrí la Copa Clio, la Copa ZX, gané el campeonato de Catalunya de circuitos y fui segundo en el de España de Turismos.

¿Cuáles son las grandes diferencias con el rally?

Aquí no puedes permitirte cometer un error. Fallamos mucho en la salida. Hoy mismo he perdido un segundo y medio en la salida. Salir bien tiene una importancia del 80%. Si sales bien, de coña; si no, mal.

¿Cuánto tiempo calculas que puedes perder por salida?

0,9 segundos en comparación al resto.

¿Cómo es la categoría Rallycross 2?

Es la segunda categoría, todos los coches son idénticos. Tienen un chasis tubular, motor central 2,2 o 2,4, tiene 315 caballos aproximadamente y son todos iguales. Parecen un Ford Fiesta. Cada uno los decora, el mío parece un Punto.

Es un espejo para las marcas, las marcas los miran.

Los chicos con los que corro son muy jóvenes y yo pensaba que eran pilotos de rallies que hacían esto como algo extra, pero no es así. Quieren ser campeones de Rallycross porque les gusta el Rallycross. En el norte de Europa es lo que tiene más éxito.

¿La mayoría de los pilotos de esta categoría tienen apoyo de equipos y fábricas?

Hay de todo, pero llevan una evolución. Hace muchos años que corren con lo mismo y en otras categorías. No hacen solo las siete carreras del mundial, también corren en otros campeonatos. Están muy activos tanto en verano como en invierno, porque el campeonato también se celebra en invierno. Además, se han juntado las federaciones de Suecia, Finlandia y Letonia y han hecho un campeonato aún más grande.

Me cuentan que tienen categorías con coches de calle y que cada fin de semana los chicos corren con cualquier cosa. No les importa.

¿Cómo van las cosas en el campeonato?

Corrimos en Bélgica la primera vez. Llegamos allí con 14 km en el coche e íbamos muy perdidos. Aquí ya empiezo a notar que estoy más cerca. Estoy más o menos 14º. Todo el mundo se “pica” pero es normal. Es otra mentalidad.

¿Cuántos kilómetros de menos tenéis en comparación al resto?

Muchos. No podría decir cuántos, pero podrían ser 2.000 km porque precisamente ellos desde el invierno de la temporada pasada han seguido rodando. Algunos hacen el campeonato de nieve en el norte de Europa y el de Estados Unidos, porque esta categoría también está allí. Hay nivel en el tema presupuestos, hay mucho dinero. Los chicos tienen mucha proyección.

¿Qué esperas de las próximas carreras y cómo ves lo que tenéis que mejorar?

Tenemos que mejorar, antes de nada, la salida con el sistema de embrague. Tienes que apretar el botón justo cuando el semáforo se pone en rojo para la salida, darle gas a tope y apretar un botón que actúa como un alicate a casi 5.000 vueltas. Además, se tiene que apretar el freno de mano, que esté abajo, con la marcha puesta y el sistema de embrague para arrancar. Se me complica un poco todo. Pero estamos pensando cosas que supongo que no tendremos hasta julio.

Foto: albertllovera.com

Entrevista realizada por: Oriol Isern