Ferrari acomete 2020 con todo un reto por delante. Por un lado, el 2021 y el cambio normativo está a la vuelta de la esquina, y claramente, quien mejor interprete el reglamento comenzará esa nueva Formula 1 con cierta ventaja, por lo tanto, tienen que volcar mucho esfuerzo ya en 2021. Pero por otro, está esa necesidad de Ferrari de ganar campeonatos. La sequía de títulos de pilotos desde 2007 y de constructores desde 2008 es algo que en Maranello ya no se pueden permitir. Por si fuera poco, son conscientes de que, en las dos últimas temporadas, podían haber peleado el campeonato sin problema. Lejos de ello, llegaron a las últimas carreras sin ni siquiera posibilidades matemáticas.
Así las cosas, Ferrari, ha de pelear el mundial de 2020 como si no fuera a haber cambio normativo, y a su vez, preparar una extraordinaria montura para 2021. El compromiso y el equilibrio del equipo tienen que ser máximos si quieren que ambos proyectos lleguen a puerto a buen término. Precisamente, ese equilibrio en el equipo ha mermado Ferrari en los últimos años. Los movimientos en los puestos claves sin dar continuidad han hecho daño al equipo. Las pequeñas fricciones que ya surgieron también en pista entre Sebastian Vettel y Charles Leclerc también hicieron un flaco favor al Cavallino y a ellos mismos durante 2019.
Enfocados en un pequeño análisis de lo que puede ser para ellos 2020, a pesar de la ansiedad por la sequía de títulos y la falta de rumbo en los últimos años, tienen muy buenas cartas en su mano. El SF90 ofrecía un punto de partida perfecto para el monoplaza de 2020, un monoplaza extremadamente rápido que, como contrapunto, tenía carencia de agarre sobre todo en curvas lentas. Pero este problema ya fue tratándose a lo largo de 2019 y seguro lo habrán subsanado para el monoplaza de 2020. El Ferrari que viene podría ser ya, por fin, un coche mejor que el Mercedes en su conjunto. Otra gran carta de mano con la que empezar la partida es, sin duda, su pareja de pilotos. Charles Leclerc demostró en su primer año con Ferrari estar por delante de todo un tetracampeón del mundo tanto en clasificación como en carrera, sin duda, todo un puntal sobre el que articular el proyecto presente y futuro de Maranello. Por su parte Vettel está en una clara trayectoria ya descendente, pero, así y todo, no deja de ser uno de los mejores pilotos de la actual parrilla y todo un cuatro veces campeón del mundo. Si no hay muchas fricciones, Ferrari saldrá muy beneficiada de su pareja de pilotos.