El revuelo de los medios de comunicación entorno al equipo Repsol Honda Team no para de crecer. Y no es de extrañar cuando un mismo equipo tiene, por una parte, un piloto con auténtica madera de campeón del mundo y que de hecho lo demuestra ganando carreras imposibles; y por otra un campeón con los ánimos en decadencia.

La situación de Dani Pedrosa se encuentra, desde Mugello, en el punto de mira de todo aquel que sienta interés por el mundial de motociclismo. Y aunque todo el mundo, sobretodo el propio piloto, es muy cuidadoso en el momento de hablar, su compañero de taller ha sido el que másse ha pronunciado a cerca de esta situación.

Según Márquez, el mal rendimiento y los bajos resultados de Pedrosa no se deben a su estado físico o a la moto; sino a su falta de motivación por toda la situación mediática y profesionalmente complicada.

El último caso donde dicho hecho se vio reflejado fue en Assen; cuando Márquez finalizó en primera posición tras una de las mejores carreras de la historia mientras que Pedrosa rodó, gran parte de la competición, en décimo séptimo lugar para cruzar finalmente la meta en quinta posición.

Dani está en una situación difícil. Assen es uno de los circuitos que más le cuesta por su condición física, pero con la Honda, si no estás motivado, es imposible ir rápido. Es una moto que se mueve, con la que tienes que ir con valentía y ganas, pero lo bueno del motociclismo es que el piloto aún puede marcar la diferencia, justificaba Márquez.

No obstante, la temporada 2018 de MotoGP tampoco empezó con el mejor buen pie posible para el de Castellar. Con 41 puntos en la general y en duodécimo lugar en la general, Pedrosa acumula tres ceros en ocho carreras: Argentina, Jerez y Mugello. Su mejor puntuación fue en dos ocasiones cuando consiguió sumar 11 puntos a su palmarés en Le Mans y Montmeló, es decir, cuando consiguió cruzar la meta en quinta posición.

La motivación poco notable de Pedrosa y la presión mediática están dando como fruto una despedida de la marca nipona con sabor agridulce; registrando en la general uno de los peores palmarés del catalán hasta la fecha.