Max Verstappen ha sido uno de los protagonistas de la jornada. Desgraciadamente para el holandés, lo ha sido en las vertiente más polémica de una carrera caótica y muy emocionante. El GP de China ha dado mucho de si, pero una de los temas más comentados en el Paddock de Shanghai y en las redes sociales ha sido la excesiva agresividad de Verstappen en estas tres primeras carreras del año.
Verstappen está en el punto de mira. Y lo está después de cometer varios errores de gran importancia en las primeras citas de la temporada. Son muchas las voces críticas que resuenan a su alrededor pero el holandés lo tenía claro el pasado jueves a la hora de recapacitar sobre su modo de conducción. «¿Por qué debería cambiar algo? Creo que no hice nada incorrecto. Es muy fácil culpar al piloto más joven, son cosas que pasan, no hay motivos por los que cambiar nada», declaró al ser preguntado por su toque con Hamilton en Baréin.
Max Verstappen, a las tres carreras concluidas en este 2018, se encuentra en un más que discreto octavo lugar en la clasificación del Mundial de Pilotos con tan solo 18 puntos acumulados. Hoy ha cosechado su mejor resultado del año, un quinto lugar, lejos de lo esperado y de sus principales rivales. Pero estos resultados han estado condicionados completamente por sus propias acciones.
Igual que el año pasado, especialmente la primera mitad de año, no levantó cabeza por culpa los problemas mecánicos de Red Bull. Este año está empezando aún peor y por culpa de sus propias acciones. Tres carreras y cinco errores muy graves le han puesto en el punto de mira de Red Bull, que espera mucho más de su joven piloto de 20 años de edad.
Tres carreras, cinco errores graves
Para hacer memoria, recordar que Verstappen empezó en Australia con un trompo por perder los nervios detrás del Haas de Kevin Magnussen. El holandés se vio superado en la salida por el danés y con mucho mejor ritmo vio como era imposible superar a Magnussen en las primeras vueltas de carrera. Pecando de falta de nervios, tras varios intentos acabó trompeando en la primera curva y perdiendo varias posiciones. Al final de carrera, atrapado detrás de un Fernando Alonso al que tuvo que ceder la posición por adelantarle con el Coche de Seguridad, mostró mayor capacidad de mantener la calma pero el adelantamiento no llegó a realizarse.
En Baréin, fin de semana para olvidar tanto para Verstappen como para Red Bull. En clasificación, durante la Q1 el holandés perdió el coche en una aceleración en la tercera curva del circuito y se estrelló contra las protecciones. Por ello, tuvo que salir desde la 15ª posición y, tras un arranque fenomenal en el que se puso cerca del Top 10, a la hora de adelantar a Hamilton se arriesgó demasiado hasta el punto de tocarse y reventar un neumático. Los desperfectos que le originó el reventón le obligaron a abandonar la carrera y sumar el primer cero del año.
Hoy, en la China, Verstappen salía desde el quinto lugar y se ha colocado tercero en la arrancada. Gracias a la aparición del Coche de Seguridad ha podido montar neumáticos blandos mientras el resto ha optado por seguir. Con todo de cara para ganar la carrera, el joven holandés ha empezado pecando de paciencia a la hora de superar a Lewis Hamilton. Esta vez sin tocarse, Max le ha intentado superar en una curva rápida en la que la maniobra era al límite, y el resultado ha acabado derivando en salida de pista y pérdida de una posición con, precisamente, el ganador de la carrera.
Intentando seguir la estela de su compañero a la hora de adelantar monoplazas, Verstappen ha vuelto a pecar de un exceso de optimismo y ha chocado contra Sebastian Vettel cuando este se pasaba ligeramente de frenada. Una puerta abierta que realmente no lo estaba tanto y, al arriesgarse, ha vuelto a pecar y ha acabado trompeado y con una sanción de 10 segundos que le ha relegado del cuarto al quinto lugar.
De favorito a la victoria al centro de las críticas
Pero la sanción es totalmente irrelevante. El hecho se encuentra en que Verstappen era el favorito a llevarse la victoria del GP de China gracias a las circunstancias que se habían generado. Sin embargo, él solito ha acabado con sus propias opciones, pecando de un exceso de agresividad y de falta de paciencia a la hora de adelantar a sus rivales, que sufrían una clara desventaja en cuanto a ritmo.
El mismo Sebastian Vettel lo ha admitido al final de la carrera. «Para ser honesto, esperaba que me atacase antes. No tenía intención de resistir, porque era evidente que eran muy rápidos con sus neumáticos nuevos», dijo el alemán delante las cámaras.
Y es que Ricciardo ha hecho totalmente «sencillo» todo aquello que ha hecho Verstappen meterse en un auténtico «infierno». El australiano ha sido paciente y ha realizado maniobras al límite pero en el momento adecuado. El resultado ha sido el que todos hemos visto y es una gran victoria y el respeto de todos sus rivales, que se han arrodillado ante él por su superioridad en pista. Ricciardo no es un piloto que no adelante o no tenga agresividad, pero la sabe aplicar cuando toca y en la medida adecuada, un hecho del que Verstappen está pecando mucho este inicio de temporada.
«Es obvio que ha cometido un error. Ha bloqueado y esas cosas pasan, y supongo que calculó mal. Por ello, ha comprometido de algún modo los resultados de los dos. Pero ha hecho suficientes carreras y esto te puede pasar aunque hayas hecho 300 Grandes Premios. Cuando estás en el coche has de tomar decisiones complejas, pero has de tener todo eso presente y estar seguro de que no chocarás«, declaró al final de la prueba el gran damnificado del día, Sebastian Vettel, que terminó octavo por culpa del choque de Verstappen.
Vettel se lo ha tomado mejor de lo que todos creían. El alemán ha tenido varios encuentros con el holandés desde que ascendió a Red Bull en 2016, como el famoso GP de México del 2016 en el que a final de carrera enloqueció por radio a causa de la agresiva defensa de Verstappen. No obstante, el de Ferrari ha ido por la misma línea que el resto de integrantes de su ex equipo, que siguen lamentando las acciones de su joven piloto.
«Estirón de orejas» de Red Bull a Verstappen
El siempre contundente Dr. Helmut Marko se pronunció al respecto a los micrófonos de Movistar F1. El austriaco dijo que «Max se ha pasado al intentar adelantar a Vettel. Ha sido un error, sin duda. Se ha disculpado, son lances de carrera. […] Necesita controlarse un poco. Le he dicho que su momento llegará, que no se exceda. Él sabe que ha perdido la victoria». No obstante, a diferencia de Vettel, si que quiso excusar un poco a su piloto justificando el error por su temprana edad. «Ha cometido un error, son cosas que pasan, tiene 20 años y es muy joven», concluía.
Por otro lado, el jefe de equipo Christian Horner también ha dado su opinión y ha coincidido con las palabras de Marko y Vettel. «Pienso que la sanción ha sido justa, pero necesito ver su versión de la historia. Max tiene hambre, es muy rápido y está acumulando experiencia y es lo que le hace ser un piloto emocionante para los espectadores», subrayó sin entrar en muchos detalles.
Lo que está claro es que el «estirón de orejas» desde Red Bull será evidente en las próximas horas. Hay que hacer un cambio, bajarle las pulsaciones y hacerle asegurar los resultados. Si encuentra la regularidad, Red Bull es quien tiene más a ganar gracias a una dupla de pilotos de las más competitivas y talentosas de toda la parrilla. Si encuentran la fórmula para calmar el hambre de éxito de su piloto, es posible que se vuelva a ver brillar al holandés. Talento no le falta y el ritmo de su Red Bull empieza a estar a la altura de los Mercedes y los Ferrari.
Verstappen y la regularidad, caminos opuestos
Luchar por el título parece difícil a día de hoy pero no imposible. Quedan 18 carreras por delante, toda una temporada en la que las cosas pueden cambiar mucho y con una buena regularidad como la que aspira Ricciardo, si las circunstancias se dan les podrían meter en la pugna por el título. Para ello falta paciencia y resultados, y es algo que Verstappen a día de hoy está mostrando totalmente lo contrario.
Por ahora, gracias al toque de Verstappen a Vettel, el Mundial se pone más apretado que nunca. Hamilton se ha puesto a nueve puntos del piloto alemán y, al igual que en Baréin le pudo arruinar la carrera, hoy se la ha arreglado al piloto inglés. «Podría haber sido peor, Max me ha hecho un favor hoy, pero es un fin de semana para olvidar», comentaba el piloto de Mercedes al bajar del coche. Además, tanto Bottas como Kimi se acercan a lo lejos con un gran rendimiento, mientras que Ricciardo, con esta victoria, se pone en plena pelea.
Como conclusión, cabe decir que Verstappen sigue teniendo la velocidad y el talento que demostró en sus inicios para ser un campeón en potencia. Seguramente, y desde un punto de vista personal, creo que la Formula 1 se hartará de escuchar el nombre del holandés por sus innumerables triunfos en el futuro. Ahora, hasta que llegue ese día queda un largo proceso de aprendizaje y experiencia que, a día de hoy, sigue siendo lento y dificultoso.
El estilo de pilotaje de Verstappen no está mal. Es puro espectáculo y es lo que el público quiere y le guste. Pero todo se tiene que hacer con cierta medida y un mínimo de cura, y ahí es donde Max está sobrepasando los límites y Ricciardo le está dando lección tras lección. El equilibrio entre agresividad y seguridad ha de ser, en el caso de Verstappen, un factor a tener muy en cuenta.
Tiene que asegurar resultados sin perder esa esencia propia en la pista. Tiene que moderar sus acciones, ser paciente y realizarlas en el momento oportuno. Ricciardo también falla, también choca y también se pasa de agresivo al adelantar en alguna ocasión. Hoy mismo, si Bottas se va un poco más a la derecha el resultado hubiese derivando en colisión. Pero el australiano es fino a la hora de mostrar su agresividad y eso le convierte en regular y en un piloto consolidado.
Verstappen peca de ello y debe buscar la solución a este problema. Al principio tenía una excusa por su falta de experiencia pero ya acumula la suficiente para empezar, tal y como su talento indica, a consolidarse como un piloto puntero. Para ello, debe asentar la cabeza y escuchar los consejos de su círculo centrado. Reflexionar sobre sus últimas acciones y en futuras carreras pensar más antes de actuar.
No se trata de cambiar su estilo ni sus acciones ni tan solo su agresividad. No debe moderar esa agresividad, pero si debe aplicarla con seguridad y cabeza, atacando en el momento oportuno y no en cualquier momento. Clara muestra de ello ha sido el adelantamiento a Hamilton que le ha hecho salirse de pista. Si ese ataque lo hace cinco curvas más adelante, quizá hoy estaríamos hablando de una brillante victoria de Max Verstappen y un doblete heroico de Red Bull. Está por ver si, después de los acontecimientos de estas tres primeras carreras, se puede hablar pronto de una gran recuperación de Max y de su vuelta a la lucha entre los mejores. Es algo que tan solo está en sus manos.