Si normalmente los problemas en la salida provienen del medio de la parrilla y terminan repercutiendo en los pobres del final, en el GP de España las tornas han cambiado. Un simple incidente de carrera (como bien recuerda Pedro de la Rosa: la física no deja que tres coches entren en la misma curva) entre Valtteri Bottas y Kimi Raikkonen ha terminado con el abandono del finlandés de Ferrari y también el de Max Verstappen. Además, quien se ha visto perjudicado de forma indirecta por este hecho ha sido alguien que no podía permitirse el lujo de tener problemas: Fernando Alonso. El asturiano perdía muchas posiciones tras un toque con Massa y también toda opción a luchar por los puntos. Su única opción hubiera sido hacer un gran tapón y sobrevivir con su MCL32.
Mientras tanto, Sebastian Vettel superaba de forma rutinaria a Lewis Hamilton para cambiar las reglas de la carrera. El atacante pasaba a defender y viceversa. Y eso ha marcado la estrategia tanto de las flechas plateadas como los cavallinos rampantes. Mercedes ha demostrado una gran flexibilidad a la hora de llevar a cabo la estrategia. Han pasado de intentar un undercut de Hamilton sobre Vettel a hacer justamente todo lo contrario. Stints largos con los blandos para ir lo más rápido posible en pista y cortos con los medios para quitárselos de encima. Ahora bien, no todo ha sido de color de rosa para el equipo alemán, ya que en las vueltas más lentas del británico, su compañero ha tenido que sacrificarse para detener a Vettel. Ferrari, por su parte, también ha jugado al límite sus cartas. Pero la ausencia de Raikkonen ha dejado muy solo al alemán, que no ha podido hacer nada ante la «gran familia» que es Mercedes.
Si ha quedado algo claro después de este GP es que Mercedes y Ferrari están a años luz del resto de equipos. Esto demuestran los 75 segundos a que se ha quedado Daniel Ricciardo de Hamilton. Me atrevo a decir que el mundial ya es (sí o sí) una lucha entre Mercedes y Ferrari, y más concretamente, entre Hamilton y Vettel. Los escuderos nórdicos, una vez más, fuera de combate. Bottas no ha tenido la culpa de la muerte definitiva de su viejo motor, pero el ritmo de carrera evidencia que la escudería alemana apostará por Hamilton para luchar por un mundial que se prevé muy duro e intenso con los italianos de compañeros de viaje.
Sin hacer ruido
Los Force India, con un presupuesto y una estructura que no tiene nada que ver con la de los equipos que le rodean, está haciendo grandes méritos. Y en el circuito catalán han puesto la guinda al pastel a este gran inicio de temporada con un resultado increíble: ¡cuarto y quinto! No hay duda de que son el cuarto mejor equipo.
Piloto del día
Pascal Wherlein ha demostrado una vez más que tiene algo especial dentro, ya que ha hecho posible lo imposible y ha sumado 4 puntos (con sanción incluida) con su Sauber. El joven alemán es un seguro de vida para el equipo suizo; es la única esperanza de que el peor monoplaza de la parrilla haga algún top 10.
El maestro y el alumno
Ya empieza a ser bastante notable las diferencias entre algunos pilotos de la misma escudería. Y esta temporada tenemos más casos de lo que es habitual. Hulkenberg con su sexta posición de hoy ya suma 14 puntos y es 11º en el mundial, mientras que su compañero (hoy penúltimo) aún no ha entrado en zona de puntos. Algo similar ocurre en Williams donde Massa (aunque haya realizado una discreta actuación hoy) suma 18 puntos y es 9º mientras el debutante Stroll aún no se ha estrenado. Uno de los dos ídolos locales de hoy, Carlos Sainz, ha sumado otra buena actuación que le ha hecho llegar séptimo en la línea de meta, y ya saca 13 puntos a un Kvyat que hoy ha sumado dos.
Dentro de dos semanas tendremos el que seguramente es el GP más glamuroso y excitante de todo el mundial. Mónaco acogerá la sexta prueba de esta lucha tan personal entre Vettel y Hamilton en la que se ha convertido este mundial 2017.