«Pues ya está, ya ha acabado este GP.» Esto es lo que deben pensar los mecánicos de los equipos, que por el ego del señor Bernie Ecclestone, han tenido que trasladar todo el material y las infraestructuras de Canadá a Azerbaiyán en tan solo 2 o 3 días. Y es que el GP de Europa tuvo un ritmo bastante acelerado durante todo el fin de semana: modificaciones de la pista, rejillas que volaban, quejas de los pilotos, accidentes muy caóticos en la GP2… Pero se ve que el circuito de Bakú había agotado sus dosis de espectacularidad para la carrera de F1.
Como se puede intuir, fue una carrera muy tranquila: sin accidentes, sin safety car… Y cuando esto ocurre, no hay quien pare a un Mercedes que sale en pole. Así que voilà, Rosberg ganó la carrera sin problemas, dejando al 2º a 16 segundos. El único que podría habérselo impedido no es otro que Lewis Hamilton. Pero el británico solo pudo ser 5º por unas cuantas cosas que comentaré a continuación. Dejadme que vaya en orden, que lo de Hamilton tiene tela… Al 2º tampoco nadie lo inquietó, este fue Vettel. Pero analizándolo un poco veremos que fue más por demérito de los otros que por mérito del mismo Vettel. Ricciardo se fue atrás saliendo des de la 2ª posición como parece que empieza a ser costumbre, y el que fue 2º realmente en la crono salió 7º por una sanción. Aun así hizo un carrerón y remontó hasta llegar al último escalón del podio. Me habría gustado ver qué hubiera ocurrido si Pérez (el piloto del GP creo yo) hubiera podido empezar la carrera segundo.
Fuera del podio se quedó Kimi Raikkonen, quien fue sancionado por pisar la ralla del pit entry. Cabe destacar que Pérez tenía el podio asegurado quedando cuarto a menos de cinco segundos del finlandés, pero demostró que él es un piloto de verdad y quiso adelantarle en pista. Ahora viene lo bueno. Hamilton, quien salía 10º por una pésima Q2 y Q3 en las que cometió varios errores, protagonizó, a mi parecer, uno de los momentos más divertidos de la carrera. El tío va y dice por radio que no tiene potencia, que no sabe que mapa motor poner. El ingeniero le responde que no se lo puede decir y él responde que empezará a tocar y probar con todos los botones. A ocho vueltas del final, miraculosamente la potencia reapareció. Pero el británico ya estaba muy lejos de los de delante y solo pudo ser quinto. Muchas voces ya han dicho que Hamilton no se había preparado bien este GP, y que no conoce ni su volante, ni su coche. Él ha respondido alegando que la normativa en cuanto a restricciones en la comunicación por radio no tienen sentido y que es imposible aprenderse todas las combinaciones posibles del volante.
En tierra de nadie llegó Bottas, el otro finlandés tuvo una carrera sólida. Aquí, Williams aprovechó su unidad de potencia para sumar buenos puntos. 7º y 8º los dos Red Bull: Ricciardo y Verstappen respectivamente, en lo que para mí es un resultado decepcionante. Sobre todo si miramos a Ricciardo. Y es que los de Red Bull no solo tienen el problema del motor, que aquí era inferior a Ferrari y a Mercedes aun con las últimas mejoras, sino que también degradan mucho. Fueron los únicos que tuvieron que poner medios para sobrevivir. Justamente estos dos adelantaron en las últimas vueltas a Nico Hulkenberg, un Nico que otra vez se ve eclipsado por su compañero de equipo. La que parecía ser la pareja más equilibrada del paddock ya no lo es. En 10ª posición terminó un Felipe Massa que sufrió mucho con las degradaciones. El chasis del Williams no está a la altura del motor Mercedes.
Fuera de los puntos cabe destacar el abandono de los pilotos españoles: Carlos Sainz y Fernando Alonso. No era un circuito ni para los Toro Rosso ni para los McLaren y no parecen estar muy disgustados.