La relación Red Bull-Renault no pasa ni mucho menos por su mejor momento. La falta de fiabilidad que el motor ha tenido en estos últimos tiempos y que ha perjudicado a los resultados de Red Bull no ayuda a que los de Milton Keynes tomen una decisión sobre qué motor montarán de cara a 2019.

El contrato entre ambas partes termina a finales de esta temporada y el factor Honda planea por las cabezas de Horner y compañía. El rendimiento que la marca japonesa tenga con su escudería afiliada, Toro Rosso, será determinante a la hora de tomar una decisión sobre el motor del año que viene. En Renault, pero, no tienen tanta paciencia como para esperarlos hasta el último día.

La FIA marca en su reglamento el día 15 de mayo como fecha clave para conocer, en principio, quien motorizará a quien. Después hay casos como los de Honda y Mclaren que rompieron su contrato en setiembre, anunciando su unión con Renault.

El director general de Renault, Cyril Abiteboul, marca esa fecha como plazo máximo para conocer la decisión de Red Bull: «Al igual que él, sé y leo los contratos y las obligaciones que tenemos para ayudar al deporte, no para ayudar a Red Bull Racing, pero hay una cosa que está clara: eso es planificación. Habrá una fecha límite para que Red Bull Racing defina lo que querer para el futuro. Creo que es a fines de mayo que debe haber cierta claridad sobre quién está suministrando qué equipo, qué proveedor está suministrando a qué equipo de clientes. En lo que a mí respecta, ese será nuestro plazo.»

Red Bull sigue dando largas. Horner, pese a estar más cerca de Honda que de Renault, dice que las opciones para 2019 “siguen todas abiertas” y que extender su contrato con Renault es “una de esas posibilidades”.

Abiteboul responde claro: “¡Sí, pero no nos quedaremos por siempre!. Sé a qué se refiere Christian cuando dice que tiene opciones. Tiene razón, tiene toda la razón”. La cuerda está demasiado tensa como para no pensar que se va a romper definitivamente.

Foto: Renault F1 Media