Tras las revisiones post-carrera de los monoplazas en el ePrix de Santiago de Chile, la FIA ha decidido multar a los equipos Techeetah y Dragon con 30.000 y 15.000 euros, respectivamente, por realizar modificaciones en los nuevos arneses de seguridad. La sanción será puramente económica y no alterará los resultados de la carrera.


El ePrix de Santiago de Chile fue una carrera histórica en la categoría. En una carrera emocionante, disputada, con luchas por el liderato, Techeetah hizo historia al conseguir el primer doblete de la historia de la Formula E con Jean-Éric Vergne ganando la carrera y André Lotterer en segunda posición, subiendo al podio por primera vez en su trayectoria.

Sin embargo, durante la inspección posterior a la carrera, realizada por los comisarios de la FIA, se encontró que, en ambos vehículos del equipo chino, así como en el Dragon de Jerome D’Ambrosio; se habían realizado modificaciones en los arneses de seguridad, y decidieron multar a los equipos con 15.000 € por cada modificación, por lo que Techeetah deberá pagar 30.000.

Afortunadamente para ellos, la sanción se ha quedado en lo económico, y no ha entrado en el ámbito deportivo, por lo que Techeetah conserva su histórico doblete y el belga de Dragon, que fue octavo, sus primeros puntos de la temporada.

Las modificaciones realizadas responden a un cambio en la normativa que se aplicó a partir de esta carrera. El tiempo mínimo de duración del pit-stop se ha eliminado, por lo que la FIA dotó a los equipos de nuevos arneses que garantizasen la máxima seguridad. Al parecer, estos equipos habrían modificado el arnés para que los mecánicos pudieran ajustar el cinturón de seguridad con mayor rapidez.

El director de Techeetah, Mark Preston, asegura que la FIA no prohibía dicha modificación, a lo que la federación ha respondido que clarificarán el reglamento de cara a la próxima prueba para evitar que se repita la situación. El director del equipo ganador también ha afirmado que la modificación se realizó por practicidad y que no comprometía la seguridad. Curiosamente, Vergne realizó la parada más rápida de la carrera.