Tras unos primeros entrenamientos libres pasados por agua y protagonizados por un ‘Checo’ Pérez que marcaba el tiempo más rápido, el sol salía en el Autódromo de Monza y con ello, los Ferrari volaban. La ‘scuderia’, con Sebastian Vettel a la cabeza, marcaba el mejor tiempo de la sesión. Raikkonen le acompañaba en la segunda posición.

En el circuito más rápido de la temporada, Sebastian Vettel y Kimi Raikkonen han demostrado que son, con consistencia, más rápidos y fuertes que los Mercedes de Lewis Hamilton y Valtteri Bottas. El piloto inglés ha marcado el tercer mejor tiempo a poco menos de tres décimas del tiempo de Vettel. El de Ferrari, aún marcar el mejor tiempo de la sesión, ha tenido una salida de pista que le ha obligado a quedarse un tiempo en el box. La pieza dañada era el alerón, pero los mecánicos de Ferrari eran rápidos y lo arreglaban para el final de los segundos entrenamientos libres del fin de semana.

Tras Vettel, Raikkonen, Hamilton y Bottas, se han clasificado los dos pilotos de Red Bull, con Max Verstappen a la cabeza. Daniel Ricciardo se quedaba algo rezagado en la 6ª posición. Aún así, los pilotos de la escudería de la bebida energética se quedaban lejos del tiempo del alemán, a más de un segundo.

Carlos Sainz ha marcado el 12º mejor tiempo y Fernando Alonso, como en Spa- Francorchamps, detrás de toda la clasificación a más de dos segundos y medio de Vettel. Muy mal el monoplaza de la escudería de Woking que no encuentra el ritmo.

La segunda clasificación ha comenzado con uno de los accidentes más fuertes de la temporada. Si el de la semana pasada era espectácular, el que ha protagonizado este medio día Marcus Ericsson es espeluznante. El piloto de Alfa Romeo Sauber ha perdido la parte trasera en la primera ‘chicanne’ después de que el DRS se quedase encallado. El sueco ha tenido el accidente a 300 km/h.

El Sauber del sueco ha dado unas cuantas vueltas de campana, pero por suerte el piloto ha salido sin ningún rasguño. Tras el accidente, Ericsson comentaba que no sabía que había pasado. La bandera roja ha salido a pista y muchos equipos han aprovechado para asegurar que los sistemas de DRS estaban en óptimas condiciones.