El GP de Bahréin ha sido, sin lugar a dudas, el mejor de los tres que llevamos hasta ahora en este 2017. Los adelantamientos, la polémica y las diferentes estrategias han estado a la orden del día.

Sebastian Vettel y Ferrari han hecho una carrera perfecta. No han cometido ningún error y han aprovechado todas las oportunidades que el destino les ha brindado. Si a esto le sumas todos los errores tanto de Mercedes como de sus dos pilotos… voilà: ¡victoria!

En una situación similar a la del GP de China, el safety car ha salido (debido al polémico accidente entre Lance Stroll y Carlos Sainz que después valoraremos) justo después de que Vettel hiciera su primera parada intentando un undercut. Aquí ha venido el error de Mercedes, que queriendo aprovechar la situación de mala suerte del alemán, ha llamado a los dos coches a la vez al box. Entre que Bottas y Hamilton estaban pegados y que además el pit-stop del finlandés ha sido nefasto (otra vez), Hamilton ha tenido que hacer tiempo, haciéndoselo perder a un Ricciardo que no lo tenía. Sanción en el saco. Es por este motivo que Hamilton ha ido condicionado todo lo que quedaba de carrera y no ha podido atrapar al alemán. La distancia entre los dos ha sido de poco más de seis segundos, o sea que si no hubiera habido sanción para el británico, puede que le hubiera disputado la victoria a Vettel en un duelo cara a cara que se nos está resistiendo esta temporada.

El otro gran error de Mercedes (si realmente es así) es el ritmo de Bottas durante, al menos, la primera parte de la carrera. Las presiones inadecuadas en sus ruedas traseras provocaban sobreviraje a un Bottas muy inseguro con su monoplaza. El ritmo del finlandés y las malas paradas de los de la estrella (las que han provocado la sanción del tricampeón) han puesto un poco más fácil una victoria a un Vettel que ha hecho una carrera perfecta.

Hoy también se ha demostrado que, de momento, los escuderos de Hamilton y Vettel están muy lejos del nivel de sus compañeros. Presiones a parte, todos hemos visto que Bottas no ha tenido «ritmo Mercedes» en ningún momento. Y Raikkonen ha rodado en tierra de nadie durante toda la carrera. De hecho, creo que Iceman aún ha salvado el domingo gracias al abandono de Verstappen, quien seguramente le habría superado; y los problemas de Ricciardo en la reanudación de la carrera.

Por detrás, la carrera ha sido más bien tranquila. Massa le ha puesto las cosas difíciles en algún momento a Raikkonen, aunque igualmente se ha visto que lejos quedan ya aquellos tiempos donde Williams podía ser, incluso, el segundo mejor equipo de la parrilla. Pérez ha protagonizado una remontada de 11 puestos espectacular demostrando que tanto él como su Force India son más carreristas que clasificadores. Y Hulkenberg ha sumado los primeros dos puntitos para Renault, donde la euforia del sábado no se ha trasladado al domingo.

El accidente entre Sainz y Stroll ha sido muy desafortunado. Es difícil saber quién es el culpable. En un primer momento sí me parece que Sainz está muy lejos, y que el interior más bien lo gana pasándose un poco de frenada. De todas formas creo que la sanción es desmesurada, tratándose como se trata de un incidente de carrera.

El próximo GP es el de Sochi (Rusia). Un circuito donde el motor es también muy importante. Así que olvidad de los McLaren (sufriréis menos) y prepararos para vivir un bonito duelo entre Hamilton y Vettel.