Este pasado fin de semana se celebró el GP de Abu Dhabi: la última cita del mundial 2016. Cita en la que se decidió para quien sería el título de esta temporada, y alguna que otra cosa que quedaba pendiente.

Todos conocíamos el guión preestablecido, antes incluso de que empezara la carrera. Si no pasaba nada raro en la salida, Hamilton mantendría un ritmo «lento» controlando el liderato de la carrera con la esperanza que algún Ferrari o algún Red Bull le amargara la noche a su compañero, y Rosberg intentaría aguantar en medio de ese sandwich para llevarse el campeonato para casa. Y eso fue lo que pasó.

Ya desarrollada la carrera, Rosberg parecía tenerlo todo de cara ya que sus rivales estaban relativamente lejos de él, y peleándose entre sí. Las cosas cambiaron cuando, después de que todos hicieran su primera parada, se encontraran a un Max Verstappen que había hecho un trompo en la salida y estaba optando por una estrategia distinta. ¿Quién se quedó atascado detrás de él? Pues no fue otro que el pobre Nico, que venía con un ojo puesto en los de detrás. Al contrario de lo que pensarían muchos de sus detractores, Rosberg se arriegó, sabiendo que no podía mantener esa situación, y adelantó a Max con un gran maniobra. El holandés no le puso las cosas nadas fáciles ya que durante 3 curvas los dos pilotos fueron en paralelo. Esta acción será el símbolo del Mundial de Nico Rosberg.

De esta manera se llegó a la parte final de carrera, donde un Hamilton, cada vez más desanimado, controlaba la carrera con un ritmo muy lento y Nico le seguía, muy de cerca, contando las vueltas como si fueran años. Y pasó lo que tenía que pasar: los dos pilotos que optaron por estrategias distintas, Verstappen y Vettel, llegaron para poner un poco de emoción a la cosa. Vettel superó a Verstappen, ya que llevaba los neumáticos mucho más frescos. Se motivó (muchísimo) cuando vio que tenía a tiro a los dos Mercedes. Supongo que sabía que el motivo por el que estaba tan cerca de ellos no era que, de repente, su carraca roja se había vuelto competitiao, sino que Lewis estaba especulando por si «pasaba algo». Finalmente no fue así: Nico aguantó durante tres vueltas las envestidas de Sebastian y se proclamó campeón del Mundo.

Personalmente, creo que Nico se merece más que nadie (más que Lewis al decir verdad, solo competía contra él) este mundial, y que Hamilton jugó bien sus cartas. Para mí fue de broma los mensajes que le lanzaban por radio diciéndole que si quería ganar la carrera tenía que apretar el ritmo. ¡El quería ganar el mundial! ¡Todos lo sabían! Y no estaban jugándose nada como equipo, pues ya tenían el mundial de constructores. En fin, en el podio todos contentos: Lewis ha ganado las últimas carreras y piensa que ha hecho todo lo posible para ganar el campeonato (claro, si lo cuentas des de que se puso las pilas, antes no); Nico ha ganado el mundial (muchos ya pensábamos que iba a ser el nuevo Stirling Moss) y Sebastian volvió a subir al podio después de unas cuantas carreras (creyó que el Ferrari ya era competitivo y se espera un cohete para el 2017).

Por lo que respecta a los demás, que casi me los olvido (como hizo la realización), cabe destacar el triste abandono de Jenson que ya no lo volveremos a ver más (aunque él diga que sí), la buena 9ª posición de Massa para despedirse, las buenas sensaciones de Fernando con el McLaren (aunque fue cauto cuando le preguntaron por 2017) y poca cosa más.

El mundial del 2017 viene con cambios que parece que son para mejorar el espectáculo (y no el negocio). Así que habrá que cogerlo con ganas y esperar que estas no se vayan diluyendo por el camino.