Lewis Hamilton da un mazazo al campeonato en casa de Ferrari

Hoy en Monza había muchas cosas en juego. Hoy era el día perfecto para que Sebastian Vettel le diese un buen mordisco a Lewis Hamilton y se reivindicase ante su afición. Tan solo tenía el escollo que suponía su compañero de filas, Kimi Räikkönen. Pero lo que es evidente es que el hecho de partir en una primera fila de parrilla de salida pintada de rojo suponía una ventaja que debían aprovechar.

Ventaja que se fue al garete en la variante della Roggia. Tras una salida accidentada en la que Brendon Hartley se vería encajonado y se le rompía la dirección, Hamilton lanzaba su ataque al llegar a la tercera curva con tal de, al menos, sacarse uno de los Ferrari de en medio y buscar opciones estratégicas favorables. Pero lo que no esperaba fue que Sebastian Vettel se descartase de toda lucha al trompear cuando Hamilton trataba de adelantarle.

Naturalmente, el coche de seguridad tuvo que salir a pista y, al finalizar la vuelta, con el alemán de Ferrari en última posición, entró en boxes para cambiar sus neumáticos y cambiar el alerón delantero que estaba seriamente dañado. La decepción se palpaba en las tribunas de Monza pero, por lo menos, tenían el consuelo de que Kimi Räikkönen seguía liderando el GP de Italia.

La carrera avanzaba y el coche de seguridad volvió a la calle de boxes. Momento para que Räikkönen se escapase y abriese el suficiente hueco para que Hamilton no estuviese en la ventana de activación del DRS, lo cual podía ser mortal en un trazado como el de Monza. El de Ferrari lo lograba y entonces llegaría una pronta retirada para Fernando Alonso, quién parecía acusar problemas técnicos en su McLaren. El español se encontraba defendiendo la décima posición, pero de nuevo, la fortuna fue caprichosa.

El de Alonso no fue el único abandono por problemas técnicos. Daniel Ricciardo no pudo desprenderse de la mala suerte que le acompaña recientemente. Su propulsor – estrenado este fin de semana – de Renault también dijo basta y, una vez más, el aussie de Red Bull no pudo ver la bandera a cuadros.

Sin embargo, la tensión se mascaba en dos frentes muy diferenciados. La remontada de Vettel y la pelea estratégica entre Hamilton y Räikkönen. Ferrari picó en el cebo que les arrojó Mercedes en la calle de boxes e hicieron parar al finlandés para hacer el cambio de neumáticos mientras que los de Brackley mantuvieron al británico en la pista. Para cuando se dieron cuenta, la estrategia ya había fallado y tras la parada en boxes de Hamilton, este salió 5 segundos por detrás de un inspirado Räikkönen.

Afortunadamente, Bottas era ahora su gran esperanza. El finlandés de Mercedes sería el escollo que arruinaría las opciones de Ferrari de ganar el GP de Italia. Bottas pudo retener a su compatriota y eso permitió la llegada de Hamilton. Pero no solo eso, sino que los neumáticos de Kimi empezarían a sufrir más de la cuenta e iba a ser imposible revertir dicha situación. Momento para que Bottas, con el trabajo cumplido, hiciese su parada en boxes para volver por detrás de Max Verstappen y luchar por cerrar el podio de Monza.

Con toda esta problemática, Hamilton solo tuvo que esperar su momento para lanzar el ataque sobnre el Ferrari de Räikkönen y adelantarle para acabar ganando en territorio Ferrari. Bottas fue tercero gracias a la sanción aplicada al holandés de Red Bull durante su férrea defensa del podio. Vettel aprovechó dicha situación para terminar cuarto. Dicha situación deja a Lewis Hamilton al frente del campeonato con una ventaja de 30 puntos sobre Vettel, una renta de más de una carrera con tan solo un tercio del Mundial por disputarse.