La última vez que una carrera de la IndyCar se disputó totalmente bajo la lluvia fue en 2015, en Nueva Orleans. Mucho ha llovido (nunca mejor dicho) desde entonces y hoy en Alabama ni un cambio en la hora de arranque ha impedido que la salida se tome bajo un fuerte chaparrón.

Se dio la salida y la visibilidad era prácticamente nula, por lo que todos fueron bastante conservadores para evitar incidentes. Las posiciones de cabeza no se movieron durante las primeras vueltas.

En la vuelta 11, Charlie Kimball se salió y chocó ligeramente con el muro. El de Carlin trató de seguir, pero tenía el alerón delantero dañado y acabó parándose en pista, por lo que ondeó la primera bandera amarilla. Varios pilotos pararon durante la neutralización.

En el momento de la resalida, Will Power, que era segundo, perdió el control de su coche en plena recta y golpeó el muro. Afortunadamente ningún piloto le golpeó, pero la bandera verde duró segundos y la carrera del australiano se había acabado. En la vuelta 19, se ondeó la bandera roja, las condiciones eran demasiado complicadas e incluso peligrosas.

Los motores volvieron a rugir a los 35 minutos, a Zach Claman DeMelo le penalizaron con la pérdida de 2 vueltas por hacer modificaciones no permitidas durante la roja. Los pilotos salieron en fila desde los pits, la carrera ya había vuelto a la bandera amarilla. El Foyt de Tony Kanaan se quedó parado nada más salir, pero pudo volver a arrancar.

Salieron a pista con bandera amarilla, pero seguía diluviando y solo se dieron 4 vueltas antes de volver a parar la carrera.

Tras unas dos horas de parón, el diluvio no solo seguía sino que había aumentado, por lo que finalmente se decidió mover la carrera a mañana, 23 de abril a las 12:00 PM hora local (6:00 PM hora española peninsular). La carrera se reanudará en la vuelta 23 con el orden de carrera en esa vuelta. Josef Newgarden será el primero, seguido de Sébastien Bourdais y Ryan Hunter-Reay.