Scott, tras la victoria en la primera carrera en Estoril, vuelve a dominar la carrera del domingo de principio a fin por delante de Troitskiy y Vivacqua.


El piloto británico de RP Motorsport domina lo que ha sido para él un fin de semana perfecto en tierras portuguesas. En la salida, Scott conseguía rebasar sin mayor problemas a Nikita Troitskiy (Drivex School) y se colocaba al frente de la carrera, y nadie conseguiría moverle de esa posición hasta que vio la bandera a cuadros.

En esta primera vuelta, se produce un trompo en la primera curva de Alex Karkosik propiciado por un toque con Javier Cobián, lo que obliga a Alex a retirarse y a Javier a pasar por boxes para cambiar su ala delantera. Este incidente provoca la salida del coche de seguridad, lo cual también propicia un nuevo accidente en plena recta de meta. Debido a la reducción de velocidad de los coches, Daniil Pronenko colisiona con Lodovico Laurini tocando por detrás al rookie. Esta acción provoca la retirada de ambos pilotos, la primera de Daniil dejando aparcado su coche en la recta principal  con toda la parte delantera de su coche destrozada y la segunda retirada de Laurini por los daños en la parte trasera de su coche a falta de 17 vueltas del final.

Tras dos vueltas de safety car, se reinicia la carrera en la misma situación, con Scott marcando el ritmo, seguido de Troitskiy y Vivacqua.

A falta de 12 vueltas, se desencadena la lucha entre Schlom y Vivacqua por la tercera posición. Esta batalla ralentiza el ritmo en el que giran estos pilotos y permite que se acerque todo el grupo de pilotos perseguidores. Finalmente, Thiago Vivacqua adelanta a Schlom  se coloca de nuevo tercero. En ese punto, los pilotos entre la tercera y la séptima posición se encuentran a menos de un segundo del coche que les precede y los avisos por los pilotos que se saltan los límites de la pista. Schlom cae hasta la décimo quinta posición tras un toque en la lucha mencionada anteriormente, que le hace perder mucha tracción a la salida de la chicane y a quedar atrapado en la gravilla de la curva 12 por un fallo en la estructura de la suspensión delantera izquierda, indicando con bandera amarilla durante bastante vueltas.

Al final de la carrera a falta de tan solo tres vueltas, comienzan a caer gotas en el sector tres que se extienden hacia el primer sector lo que empieza a mojar la pista y hacer que sea cada vez más resbaladiza la superficie del asfalto, pero esto no impidió que Harrison Scott viera la bandera a cuadros.

La próxima cita será dentro de un mes en el circuito de Spa-Francorchamps.