CIRCUIT DE BARCELONA-CATALUNYA | Carlos Sainz ha tenido una nueva jornada desafiante y poco provechosa. Tras correr ayer por la tarde con condiciones cambiantes y difíciles de gestionar, el madrileño ha hecho todo el día hoy y se ha tenido que enfrentar a un frío polar e incluso a nieve a la última hora del día.

El madrileño ha hecho una valoración mostrando su insatisfacción con estos dos días. Poco útil, y sin poder sacar conclusiones de rendimiento en ninguna parte del coche. Tan solo acumular kilómetros en la espalda. «Por lo menos hemos podido hacer vueltas y kilometraje. A nivel físico siempre es bueno rodar aunque sea unas vueltas y acostumar el cuerpo a estos coches. Pero ha sido poco representativo, la verdad, porque cada vez que salías a pista era un coche diferente, ruedas que tenían más grip otras menos, dependiendo de si salía el sol o no. No hemos podido sacar muchas conclusiones a nivel de rendimiento pero si de pilotaje», comentaba en la en la rueda de prensa para las televisiones españolas.

Sainz salió un poco molesto porque ayer Hulkenberg pudo disfrutar de mejores condiciones que él, por lo que hoy desde Renault le han colocado toda la sesión. No obstante, ha sido insuficiente para él. «Hoy aunque haya tenido toda la jornada, no me ha servido para mucho porque no tiene nada que ver con lo que habrá la semana que viene con más temperatura o en Australia», continuaba el madrileño.

Uno de los temas más candentes del día ha sido la presencia de la nieve, la cuál ha hecho acto de presencia con cierta intensidad en el momento de esta rueda de prensa. Para mañana se espera más, una situación que puede generar dificultades para la organización, que propone posponer el día más adelante. «Tengo que hablar con el equipo, tienen que decirme que es lo que prefieren ellos. Yo creo que lo mejor es lo que sea para mi equipo. Tampoco me voy a cabrear por ello, ni mucho menos», decía al respecto de un posible cambio al lunes que viene.

Con tan poco tiempo en pista, el piloto de Renault ha pasado mucho tiempo en box. La temperatura no ha pasado mucho más allá de los 4ºC, por lo que el día se ha tenido que aprovechar de otras maneras. «He tenido que ajustar cosas del asiento, de los pedales. Todavía no voy del todo cómodo dentro del coche. Tengo que seguir machacando un poco a los pobres mecánicos porque hay que ir cómodo en estos coches que van tan rápidos», respondía Sainz.

La segunda valoración del halo era parecida a la primera. Satisfecho, y a pesar de la simplicidad estética, muy contento con los resultados hasta ahora. «Creo que la situación del halo solo puede ir a mejor. La F1 merece el sistema de seguridad como el que intentan hacer con el halo. También debería tener una vuelta de tuerca porque se hace raro ver en F1 un elemento tan simple en un coche tan complejo. Desde dentro el halo no lo ves, los ojos se acostumbran, no sabes que llevas algo ahí delante. Para subir y bajar del coche es mucho más complicado, te lleva más tiempo», añadía.

Finalmente, ha querido relatar uno de los momentos más destacados del día en el que la nieve ha hecho acto de presencia con una buena intensidad cuando los coches estaban rodando en pista. «Se ha puesto a nevar y no he notado las gotas. Lo he visto delante de mi coche que caían los copos de nieve. Veía blanco sobre negro en mi coche y ahí es cuando me he dado cuenta que ha nevado. Difícil verlo porque no te caen las gotas en la visera», concluía Sainz en un discurso calcado al que ofreció en el día de ayer.