Probablemente incluso el propio Fernando Alonso hubiese necesitado de algún que otro pellizco si le hubieran dicho que hoy habría acabado la carrera en quinta posición por delante de un Mercedes y de un Red Bull. Así que vamos a tratar de arrojar un poco de luz y ver como se ha producido este resultado con el que debe estar orgulloso. Pocos eran los que esperaban algo así y, su desbordante optimismo no debe cegar a sus aficionados.

Antes de la salida ya sabía que tenía muchas oportunidades de acabar por delante de uno de los Mercedes después de que Bottas calificase en décima posición y recibiese una sanción a consecuencia del accidente, y por tanto, sumaría 5 posiciones más después de cambiar la caja de cambios de su monoplaza. Eso promocionaba al bicampeón de 2005 y 2006 hasta la décima posición. Por tanto, salvo que tuviera una carrera horrible, resultaba complicado que el finlandés acabase por delante suyo en una pista en la que resulta tan complicado adelantar.

Con este pretexto, semáforo en verde y pistoletazo de salida a la temporada 2018. Su salida, no fue una de esas a las que nos tiene acostumbrados en las que suele ganar alguna posición, sino que no pudo superar ni a los Renault ni a Ricciardo, aunque bien es cierto que sus perseguidores en la parrilla de salida tampoco pudieron dar cuenta del asturiano.

El primer stint de carrera sería tras la estela del RS18 de Carlos Sainz al que trató de adelantar en las primeras vueltas, pero una férrea y efectiva defensa del madrileño fue suficiente para mantener al MCL33 número 14 por detrás. Tras esos intentos, Alonso, aunque rodaba cerca, no tuvo opción de adelantar a su compatriota hasta que este tuvo un error en la frenada de la curva 9 en la que se fue largo y, entonces sí, tuvo vía libre para tomar la novena posición.

Todo estaba yendo a pedir de boca. El ritmo era bueno y no había rastro alguno de problemas de fiabilidad. Ni siquiera del sobrecalentamiento del motor que tantos problemas dio en los test de pretemporada en Barcelona. Además, por delante, un errático Max Verstappen empezaba a antojarse como posible presa. El holandés ya había perdido la posición con Ricciardo y los Haas, primero en la salida y después con un trompo tras forzar demasiado las cosas.

McLaren

El único problema con el que no había una solución clara eran los propios Haas. Hasta el momento de las paradas en boxes rodaban a muy buen ritmo y empezaban a destacarse. Hülkenberg no era una gran preocupación ya que una buena estrategia podría bastar para adelantarle. Pero entonces llegó el gran punto de inflexión para su carrera. La pistola que debía anclar la rueda en las paradas en boxes de los Haas no hizo bien su trabajo y los dos coches estadounidenses quedaban fuera de carrera e hicieron que el coche de seguridad saliese a pista. Y Fernando aún tenía que hacer su parada.

Fue en ese preciso instante cuando la hizo aprovechando que Max Verstappen y Nico Hülkenberg ya la habían hecho. Margen suficiente para adelantarles. Bueno, adelantó al de Renault pero al de Red Bull debería esperar un poco más ya que este le adelantó cuando el español regresaba a pista pero para evitar una más que probable sanción, tuvo que devolverle la posición. Por tanto, tras la parada, Fernando Alonso estaba en una trabajada, y con una pizca de suerte, quinta posición. Posición que tendría que defender con todas sus armas.

Tras una dura competencia con Max Vewrstappen pudo mantener su posición en un circuito de Albert Park donde, debido a su configuración, resulta extremadamente complicado llevar a cabo adelantamientos, además el de Red Bull ya estaba avisado de lo que podía pasar si llevaba las cosas demasiado lejos y forzaba en exceso. Pero también es cierto que el de McLaren se mantuvo con la cabeza fría y durante toda esa segunda parte de carrera no cometió error alguno.

Por tanto, efectivamente, la quinta posición es para estar muy orgulloso y hay motivos para esbozar una sonrisa, pero también hay que tener en cuenta que por detrás hay un Red Bull y un Mercedes que en condiciones normales estarán por delante de los McLaren. También hay que respetar a los Haas que han mostrado un nivel muy alto en Australia y son una preocupación. Las mejoras en las fábricas serán cruciales en la lucha con Renault y Haas.